Haití: desplazamientos internos, crisis e intervención «humanitaria»

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Hasta la fecha Haití ha recibido más de una decena de misiones internacionales bajo el comando de la Organización de estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas. Foto: EFE


2 de octubre de 2024 Hora: 19:59

Haití vive una crisis permanente construida: ahora más de 700.000 personas, la mitad de ellas menores, se encuentran actualmente desplazadas en el mismo país, de acuerdo a los datos de la Organización Internacional de Migraciones (OIM).

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El ente internacional refirió que las últimas cifras muestran un aumento del 22 por ciento en la cantidad de personas desplazadas internamente desde junio, “lo cual demuestra que la situación humanitaria sigue empeorando”.

Los argumentos presentados por el organismo advierten que la violencia de las pandillas ha forzado hasta el momento a más de 110.000 personas a irse de sus hogares en los últimos siete meses.

Y esto tiene como foco principal Gressier, al oeste de la capital. Entre tanto, la OIM sostiene que la mayor parte de las personas afectadas en Haití, cerca del 75 por ciento, se encuentran ahora alojadas en las provincias del país, y la región de Grand Sud por sí sola está albergando al 45 por ciento de todos los desplazados.

La capital, Puerto Príncipe, alberga un cuarto de la población desplazada, la cual con frecuencia reside en sitios atestados, con poco o ningún acceso a servicios básicos. 

Por su parte, el jefe de Misión de la OIM en Haití, Grégoire Goodstein insistió en que “el marcado aumento del nivel de desplazamiento destaca la urgente necesidad de contar con una respuesta humanitaria sostenida”, contrariamente a lo que han alertado organizaciones sobre la responsabilidad de la intervención de la ONU y EE.UU. en la situación de Haití.

“Las comunidades de acogida siguen soportando la pesada carga de esta crisis, con un 83% de las personas desplazadas recibidas y alojadas actualmente por familias. La presión sobre los recursos es inmensa y la mayor parte de las familias de acogida informan estar padeciendo grandes dificultades, incluyendo la escasez de alimentos, instalaciones sanitarias con fuerte demanda de atención y la falta de insumos básicos en los mercados locales”, sostuvo la entidad. 

El investigador Lautaro Rivara, quien vivió en Haití durante algunos años, recientemente en el panel “Pasado y presente de Haití: las causas de la crisis” reflexionó sobre la idea que pareciera que la nación caribeña siempre estuvo en crisis y siempre fue el país más pobre: “eso no es cierto”, declaró.

“Haití es un país que ostenta numerosos récords en términos del intervencionismo internacional: sufrió la mayor operación de reconquista colonial durante la Revolución Haitiana en el año 1901”, puntualizó.

Al apuntar algunos antecedentes históricos, Lautaro Rivara declaró además que el país sufrió la mayor ocupación de los marines norteamericanos (de la que se tenga registro) durante 19 años.

También valoró el militante argentino que el país tiene la mayor cantidad de misiones internacionales de ocupación, al menos en este hemisferio, desde el comienzo de la década del noventa.

Hasta la fecha, Haití recibió más de una decena de misiones internacionales bajo el comando de la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas, sin contar los golpes de Estado propiciados por factores internos, sectores de las fuerzas armadas desmovilizadas por Jean-Bertrand Aristide, pero también por el concurso de potencias internacionales (Francia, EE.UU. y Canadá).

En este sentido, Lautaro Rivara alertó que Haití tiene la mayor cantidad de ONGs neocoloniales per cápita y por metro cuadrado en todo el planeta: se estima que radican más de 12.000 oenegés bajo el paragua de la USAID y la Comisión Europea, actuando sin rendir cuenta al Estado haitiano ni a la comunidad internacional.

Entre tanto, Rivara ha alertado sobre el factor determinante de la intervención transnacional: la crisis haitiana no es eterna ni incomprensible, agregó.   

«El vacío de poderes otro de los factores que vive el país», insistió, reconociendo que Haití tuvo el primer Gobierno progresista en 1991. “Cuando Haití tuvo la única elección transparente y democrática de la historia, la población acudió en masas a votar y eligieron a un líder popular oriundo de la teología de la liberación”, dijo Rivara.

El primer Gobierno progresista de la región lo tuvo Haití en el año 1991.

Por otro lado, el segundo golpe que propició la Misión de las Naciones Unidas para la “estabilización” de Haití fue una operación ilegal en términos del propio orden jurídico internacional”. Haití atravesaba una crisis política doméstica: ni más ni menos grave que la que ocurrió en Brasil el 8 de enero de 2023 con el asalto a los Tres poderes o el asalto al Capitolio con las bases trumpistas.  

“Esa crisis doméstica, si había margen para intervención de la Naciones Unidas, debía enmarcarse en el capítulo de la Carta de Naciones Unidas que estipula la resolución pacífica de controversias.

A Haití se le aplicó el capítulo que representa una amenaza para la seguridad internacional, alertó, al tiempo de preguntar cómo un país pequeño, empobrecido, carente de fuerzas armadas, sin ningún tipo de historial de violencia hacia sus vecinos pudo ser sindicado como una amenaza para la seguridad internacional, que fue lo que justificó el despliegue de más de efectivos oriundos de más de 30 países de todo el planeta.

A esta intervención, vino la Misión de las Naciones Unidas de Apoyo a la Justicia en Haití (MINUJUSTH), que estuvo en 2019 de la nación caribeña. Es un nivel de injerencismo altísimo, dijo.

“Esto robusteció un paradigma del intervencionismo humanitario”, valoró Rivara.  

Autor: teleSUR - lvm - YSM

Fuente: OIM- @LautaroRivara